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martes, 23 de abril de 2024

Plantas medicinales del noreste de México

La medicina popular, la herbolaria, es una inconmensurable riqueza cultural que ha existido desde tiempos inmemoriales y en la actualidad ha sido re“descubierta” por millares de usuarios que buscan y aprecian las alternativas naturales para llevar una vida más saludable.

Por herbolaria o medicina herbaria entendemos el uso de plantas y hierbas, frescas, secas o en extractos, para tratar diversas enfermedades o prevenirlas. Es una forma de medicina tradicional que se ha practicado desde la antigüedad en todas las culturas y regiones del mundo. En la era moderna, este sistema natural de medicina ofrece varios beneficios, tales como:

  • Es una alternativa natural y ecológica a los medicamentos de laboratorio, los cuales pueden tener efectos secundarios indeseables o ser costosos.
  • Es una opción terapéutica complementaria a la medicina alópata o convencional, ya que puede mejorar la calidad de vida y el bienestar de los usuarios.
  • Es un campo de investigación científica que aporta nuevos descubrimientos y avances en el tratamiento de enfermedades complejas o emergentes.
  • Es una fuente de conocimiento ancestral y diversidad cultural que se puede preservar y transmitir a las generaciones futuras.

Es importante señalar que la herbolaria "goza de buena salud”, pero también enfrenta ciertos desafíos, como la falta de regulación o de estandarización de las propiedades de las plantas y sus modos de empleo y, sobre todo, la falta del aval científico que pudiere respaldar su eficacia. Por ello, es importante que los usuarios de este sistema alternativo se informen sobre las propiedades, los usos, las dosis adecuadas, las posibles contraindicaciones de las plantas medicinales que utilizan, y que también consulten a yerberos expertos, botánicos, biólogos o profesionales de la salud calificados y de confianza para no poner en riesgo su bienestar.

 

Plantas medicinales del noreste de México es una obra tan actual sobre herbolaria medicinal de una región de México que comprende los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y norte de San Luis Potosí, así como la franja fronteriza sur de Texas; es un tratado fundamental para los usuarios que buscan saber más de medicina tradicional o medicina natural; fundamental por la valiosa información que contiene y porque se enfoca tanto en las plantas regionales y sus nombres más comunes, como en aquellas que, pese a no ser nativas, son de uso habitual y fácil de conseguir en hierberías de mercado o en tiendas naturistas.

El libro está disponible en Amazon en formato digital (Kindle) y formato impreso.


https://www.amazon.com.mx/Plantas-medicinales-del-noreste-mexicano/dp/6072950663/ref=tmm_pap_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=&sr=

martes, 2 de abril de 2024

Leyenda de Tlayacapan, Morelos: la virgen del Tránsito

En Tlayacapan, Morelos una pequeña ciudad cerca de Tepoztlán, que es famosa por su convento agustino del siglo XVI y por las peregrinaciones a la virgen del Tránsito, cuentan una leyenda colonial que concierne a dicha virgen, pues, según tal leyenda, un día ella decidió dejar su hogar original en Tepoztlán y fue a buscar un nuevo hogar en otro pueblo, en Tlayacapan.


Se dice que la virgen del Tránsito era la patrona de Tepoztlán y que un día los tepoztecos la llevaron a Tlayacapan porque la imagen estaba en mal estado por causa de las lluvias y porque había un artesano de Tlayacapan que sabía restaurar ese tipo de figuras religiosas. La imagen pronto quedó como nueva y los tepoztecos emprendieron el viaje para llevarla de regreso a casa, pero los sorprendió la noche en el camino y les fue necesario pernoctar a la intemperie bajo las estrellas. Cuál no habrá sido su consternación cuando despertaron a la mañana siguiente y descubrieron que la imagen había desaparecido, como si se hubiera esfumado en el aire porque no había huellas ni rastro de ella. Sospecharon que los habitantes de Tlayacapan, envidiosos de tan bella imagen, se la habían robado mientras todos dormían.

Regresaron a Tlayacapan y... ¡allí estaba la escultura! Los tepoztecos estaban furiosos y amenazaron a sus vecinos con la guerra si intentaban robar de nuevo la imagen de su amada virgen. Los tlayacapanenses no sabían qué decir. Nadie podía explicarse cómo había regresado sola la figura. Leyenda escrita por Homero Adame y encontrada en uno de sus blogs.

Los tepoztecos partieron de nuevo para llevarse la imagen a casa, a Tepoztlán. En aquellos años era un trayecto muy largo, así que, por supuesto, tuvieron que acampar de nuevo en algún paraje de montaña. Esta vez, sin embargo, decidieron dejar a alguien de guardia toda la noche. Pero en la mañana descubrieron que la figura había vuelto a desaparecer y el vigilante mismo no podía explicar cómo había desaparecido porque juró haber estado en vela toda la noche.

Los tepoztecos, ahora muy enfadados, vieron unas pequeñas huellas y decidieron seguirlas. Y, por supuesto, el rastro conducía directamente a... ¡Tlayacapan! Sin embargo, notaron que había huellas frescas de pies chiquitos alrededor de una poza en el cerro del Tlatoani, como si la virgen se hubiera detenido recientemente a beber agua allí, descansar o refrescarse... El enojo de los habitantes de Tepostlán se convirtió en incredulidad ante el descubrimiento, pues se dieron cuenta de que nadie había robado la estatua, sino que ella misma había regresado a Tlayacapan por su propio pie. Esta vez no se sorprendieron en lo más mínimo encontrar a la virgen de nuevo en el convento, donde estuvo por muchos años hasta que levantaron su propia capilla por tratarse de una imagen muy venerada. Leyenda escrita por Homero Adame y encontrada en uno de sus blogs.


Al final no hubo guerra ni nada entre ambos pueblos. Al contrario, desde aquel día, la gente de Tepoztlán hace peregrinaciones especiales a Tlayacapan ¡para honrar a su propia patrona!" dentro del marco de Semana Santa cuando cientos de peregrinos de otras partes van también a venerar a tan milagrosa imagen.

Nota: la fotografía de la virgen fue tomada de la página de Facebook Fiestas de los pueblos y barrios de la cuenca de México, mientras que la del convento de San Juan Bautista del blog de Jesús Alcántara. Que los enlaces sirvan de crédito a quienes correspondan.