La selección de futbol como reflejo de la política mexicana
Hace algunos lustros, el periódico El
Norte de Monterrey −y quizá también algunos otros del Grupo
Reforma− publicó un artículo mío que recuerdo haber titulado “El futbol
como espejo de la política", en el cual hacía un análisis desde un punto
de vista muy personal acerca de los vaivenes políticos en México a la par del
desempeño del seleccionado nacional en los mundiales de futbol.
El tiempo pasa, con él se dan cambios en
el horizonte político del país, pero puntualmente cada cuatro años se realiza
la gesta deportiva más importante a nivel mundial y sigo creyendo que cada
cuatro años el futbol es un buen termómetro para medir el estado de salud
político de México, en este caso nuestro, para equiparar si la política refleja
el desempeño del representativo en futbol o viceversa. En palabras de alguien
que no recuerdo quién lo dijo ni cuándo: "Cuando el país está bien, a la
selección le va bien".
Si partimos del mundial de Italia 90, desde dos años antes, o sea 1988, en México se vivía un ambiente de incertidumbre por el dudoso resultado electoral y la “caída del sistema” al parecer orquestada por un no olvidado aunque por la 4t “resucitado” Manuel Bartlett, el entonces secretario de Gobernación, caída amañada que negó el rotundo triunfo electoral al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en favor del Lic. Carlos Salinas de Gortari. Al poco tiempo de aquel asunto sospechoso, México fue descalificado por la FIFA e impedido a participar en las eliminatorias mundialistas debido el sonado y vergonzoso caso de “los cachirules”, en el cual la Federación Mexicana de Futbol no hizo nada para impedir que se alteraran las actas de nacimiento de algunos jugadores de la selección sub-21 o sub lo que haya sido. México fue entonces visto y tachado como un país corrupto y tranza en el ámbito futbolístico, tal y como era visto y tachado en el ámbito político nacional e internacional.
En 1994, cuando se jugó el mundial de
Estados Unidos, el presidente de México seguía siendo Salinas de Gortari, pero
en esas fechas hubo elecciones que dio el triunfo al priísta Ernesto Zedillo,
quien llegaría al poder entre incertidumbre por el asesinato del candidato
anterior a él. No obstante, en el país se vivía un auge económico gracias a la
estabilidad lograda en el sexenio salinista. En el ámbito futbolístico, en ese
mundial México traía una selección boyante, muy competitiva y pasó a 8vos de
final como líder de su grupo, pero quedó eliminado por Bulgaria en serie de
penalties.
En el mundial de Francia 1998, todavía
durante el relativamente insulso mandato de Ernesto Zedillo, México repitió
avanzar a 8vos de final luego de quedar segundo en su grupo. Fue eliminado en
8vos de final en el partido contra Alemania. Tanto en la vida política como en
el desempeño de la selección nacional fueron tiempos grises.
En 2000 se vivió una “revolución”
política en México, pues después de muchísimos años de absolutismo de un
partido político, el PRI, hubo un cambio en el poder ahora con el PAN teniendo
a Vicente Fox como presidente. Vientos de cambio se avizoraban con grandes
esperanzas, como también hubo grandes esperanzas para el mundial de 2002
organizado conjuntamente por Corea del Sur y Japón. La clasificación al mundial
fue titubeante, pero ya en la fase de grupos México fue poderoso y pasó a 8vos
como primero de su grupo. Allí quedó eliminado por Estados Unidos.
Para el mundial de 2006 en Alemania,
México llegaba a su participación previo a las elecciones que darían
continuidad al PAN ahora con Felipe Calderón como presidente, quien ganó tales
elecciones ante un halo de sospecha porque hubo otro candidato que se
autoproclamó como el presidente legítimo y hasta hizo una irreverente toma de
protesta que dio más risa que seriedad a propios y extraños, demostrando que México no es un país donde se vive el surrealismo de cotidiano, sino que esa fue más bien una estampa del realismo trágico vigente. El desempeño mexicano en la primera
ronda del mundial fue gris, pero logró pasar a 8vos de final como segundo de su
grupo. Perdió ante Argentina, repitiéndose el escenario de no ganar el cuarto
partido por cuarta vez consecutiva. A la selección no le fue bien y el
escenario político no estaba bien tampoco.
El mundial de 2010 se llevó a cabo en
Sudáfrica. El presidente mexicano seguía siendo Felipe Calderón a quien se le
seguía acusando de usurpador y criticando por sus desaciertos como haber
emprendido una incongruente guerra contra el narco que nadie puede ganar. En
ese mundial, México mantuvo su estatus de equipo de media tabla, mantuvo su
racha de pasar a la segunda ronda, pero volvió a ser eliminado, de nuevo por
Argentina, en 8vos de final. Una vez más la selección se quedaba en la orilla y
los aficionados gritaban su frustración contra el equipo, contra el entrenador,
contra algunos jugadores, pero no reclamaban con esa misma intensidad la ola de
violencia y secuestros que cada vez aumentaban en el país, en parte debido a
esa guerra contra el narco y la reconfiguración geográfica de los cárteles en
el país.
En 2012 hubo elecciones federales y los
votantes castigaron al PAN y aplicaron el refrán de “más vale malo por conocido
que bueno por conocer”, optando por el retorno del PRI con Enrique Peña Nieto
al frente, aunque otro candidato que se consideraba siempre ninguneado gritaba
a los cuatro vientos que le habían vuelto a robar el triunfo. Elecciones
amañadas o no, lo cierto es que después de doce años en la banca, los priístas
regresaron con hambre desmedida. La corrupción desde los mandos de poder creció
a niveles jamás vistos. El PRI no se había renovado durante su ausencia, sino
que se había **reformado** con gran voracidad: corrupción, tranzas, robo a
manos llenas, impunidad. Ante ese escenario, el lado futbolístico no podía no
verse afectado. Para el mundial de 2014 en Brasil, durante las clasificaciones
en el hexagonal México tuvo un camino más mediocre que titubeante que provocó cambios
de técnicos hasta que muy sufridamente logró la repesca contra Nueva Zelanda.
Ya durante el mundial, por vez primera la FIFA abrió una investigación en
contra de la afición mexicana por el polémico grito homofóbico de "Eeeee,
puto" cuando el portero contrario hace un despeje. Eso sucedió en el
partido contra el anfitrión Brasil, aunque el infame grito venía sonando desde
el preolímpico para los juegos de Atenas 2004. Eso dio de que hablar en
el ámbito internacional, poniendo a México como un país vergonzosamente homofóbico,
como vergonzoso era el desempeño del presidente Peña Nieto por sus desatinos, su
torpeza política, sus frases que lo hicieron ser el hazmerreír. En ese mundial
de 2014, México pasó a 8vos de final y perdió con Países Bajos con un dudoso
penal. En los años siguientes se seguía gritando “no fue penal”, como si eso
hubiera cambiado la historia de un país acostumbrado a quejarse por las
derrotas en el futbol y tolerar los desatinos o la corrupción de sus
gobernantes. En esos mismos años siguientes, aquel candidato que había sido
"robado" por segunda vez en las urnas seguía gritando que él era el
legítimo presidente. Futbol y política en un mismo tenor...
2018, otro año clave para la política de
México. Se realizó el mundial en Rusia y la selección mexicana pasó a la
siguiente ronda como 2do de grupo, pero perdió en 8vos de final con Brasil. Lo
más destacado fue el primer partido, cuando México derrotó a Alemania, en lo
que puede tomarse como el mejor resultado nacional en los mundiales por haberle
ganado al campeón defensor, y se echaron las campanas al vuelo: “Esta selección
tiene todo para ser campeona” … Al mes siguiente, en julio hubo elecciones y
por fin ganó o por fin se le reconoció el triunfo a Andrés López, en esta
ocasión contendiendo por un partido a su medida llamado Morena. Su gobierno
comenzó con grandes promesas, como ser el gobierno que verdaderamente vendría a
cambiar los usos y costumbres negativos más arraigados en la vida política
nacional. En pocos meses se dio una serie de cambios estructurales como también
fueron “resucitados” personajes del viejo priísimo catalogados por la historia reciente
como dinosaurios o nefastos, por ejemplo, el citado Bartlett o el tal Napito,
por mencionar sólo dos entre muchos otros, o la absolución de la Maestra por
decisión no consensuada del presidente en turno. Ante un panorama así, con el
transcurso del tiempo no se han visto grandes logros como tampoco se ha acabado
la corrupción que fue una promesa del presidente López durante su campaña y como lo
ha cacareado día con día desde entonces con sus otros datos que son hazmerreír.
Para muchos detractores, aquella ignominiosa guerra contra el narco emprendida
por el iluso expresidente Felipe Calderón por fin ha “acabado” porque ya es el
narco el que controla la política del país desde la cúpula del poder. En los
cuatro años transcurridos, la Cuarta Transformación o 4t ha logrado muchos
cambios, aunque no todos sean vistos como para bien del país, por ejemplo, se
han retirado apoyos a programas de asistencia social, de salud o educación, se
han desmoronado las instituciones, se ha ejercido el populismo, el caudillismo,
el totalitarismo. Similar a gobiernos anteriores, la 4t mira la cultura con
desdén, pero ahora con el añadido de desdeñar también la ciencia. En los muchos
programas vigentes ya no se reparten estímulos entre “los mismos de siempre”,
sino que ahora se apoya a los leales y partidarios de la 4t. Bajo este
panorama, en muchos sectores se siente retroceso, los feminicidios van en
aumento, así como los asesinatos a periodistas, pero eso "es culpa de los
gobiernos anteriores", dice quien dice siempre tener otros datos, quien no tiene
un ápice de autocrítica. Los detractores del apodado peje y sus pajes señalan
un regreso al pasado, a los peores años de la época príísta de hace medio
siglo. Y esto último nos lleva a Qatar 2022.
Noviembre de 2022, Qatar es un país inmensamente
rico que por vez primera aparece en el panorama mundial, tanto por ser sede del
Mundial de Futbol como por ser escenario de prácticas cotidianas que van en
contra de los derechos humanos más elementales. Además, debido al inclemente
clima es la primera vez que un mundial se realiza en noviembre-diciembre y es
la primera vez que un país anfitrión no gana un solo partido, ni siquiera logra
un empate. Cómo podría ser si es un país que no tiene liga de futbol y nadie
entiende cómo la FIFA le otorgó la sede, salvo porque hubo muchos millones de
por medio y mucha corrupción. Corrupción… eso ya se eliminó de México, según
alardea el presidente cada mañana, en un reiterado acto de megalomanía donde la
gran transformación se debe a él, como señalan sus seguidores y se mofan sus
detractores. Tan es así su devaneo que se dice ser el adalid de la 4ta
transformación del país, siendo las anteriores la Independencia (1810/1821), la
Reforma (1857) y la Revolución (1910), tres procesos que fueron catalogados
como transformadores por la historia, años después de concluidos, y no cuando
empezaron como la jactada 4t. En otras palabras: nadie es juez de su propia
trayectoria, es la historia la que juzga y cataloga. Pero bueno, esto nada
tiene que ver con el futbol, ¿o sí?
En este mundial de Qatar 2022, México es
eliminado en primera ronda, algo que no sucedía en ocho mundiales consecutivos,
o sea que ni pasó a 8vos de final como venía haciendo desde 1994. ¿Reflejo de
los retrocesos de la 4t?
¿Qué hace entonces la hinchada para
desfogar sus frustraciones futbolísticas que bien pueden reflejar sus
frustraciones por el acontecer nacional en política, economía, sociedad, en la
inseguridad que cada día va más en aumento? Gritar, opinar, compartir memes en
redes sociales y ver de soslayo o no ver situaciones en verdad graves como la
iniciativa surgida en el seno presidencial de reestructurar el
INE (Instituto Nacional Electoral) con el velado afán de
quitarle su autonomía, regresando así al modelo de los años priístas cuando la
democracia era sólo una palabra y, de tal modo, el partido en el poder poder
perpetuarse.
En fin. Cada cuatro años se repite un
mismo escenario: casi todo individuo se convierte en mejor entrenador de la
selección porque sabe más que el técnico, pero no sabe nada de política; casi
todo individuo reclama el desempeño de tal o cual jugador, pero no el desempeño
del comisario ejidal, alcalde, gobernante, diputado, senador o presidente en
turno. Cada individuo cree saber más de futbol, pero ignora que nada sabe de
los tejemanejes políticos; grita con entusiasmo un gol, pero no grita por las
injusticias diarias en el acontecer nacional; sufre y llora por otra derrota
del Tri, pero es indiferente a los asesinatos o secuestros que a diario se
suscitan a media cuadra de su casa. Cada cuatro años se repite un mismo escenario
planteado por las empresas televisoras y mucha de la prensa: grandes esperanzas
en el futbol plagado de efímeras estrellas, grandes decepciones, y lo mismo se
repite cada seis años con el cambio de gobierno federal: muchas promesas;
decepcionantes resultados.
Noviembre 30, 2022
Nota: La imagen de los escudos de la selección mexicana fue tomada de:
https://bolavip.com/mx/ligamx/Evolucion-escudos-seleccion-mexicana-nueva-imagen-Federacion-Mexicana-de-Futbol-Qatar-2022-20211128-0009.html
La imagen del logotipo de México fue tomada de:
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2872123
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