Las sirenas en Miramar
(Leyenda de Ciudad Madero, Tamaulipas)
Aquí en toda la playa hay delfines que se
acercan y un poco más lejos también hay toninas, que son más grandes que los
delfines. Le cuento esto porque son peces muy nobles que ayudan a la gente en
peligro. Por ponerle un ejemplo: si alguien se anda ahogando, esos pescados lo
empujan a la orilla para salvarlo. Me consta, lo he visto. Otro ejemplo: si alguien
anda nadando y por ahí vine un tiburón, las toninas o los delfines espantan al
tiburón. Por cosas así aquí en la costera de Miramar,
en la rotonda, hay un monumento de un delfín con una sirena. ¿Por qué? Déjeme
le cuento…
Según los asegunes, hace muchísimos años cuando aquí no había más que chozas y enramadas de pescadores, una vez andaban los niños nadando y se vino una oleada fuerte y el mar se los empezó a llevar. Las mamás se dieron cuenta y no podían hacer nada porque los papás andaban en la pesca en sus lanchas. Se habrán puesto a rezar o lo que sea, pero se dio el milagro de que los niños llegaron a la orilla sanos y salvos. No se ahogó ninguno. ¿Qué sucedió? Uno podría pensar y lo más seguro es que los delfines o las toninas los salvaron, pero estos asegunes cuentan que fueron las sirenas las que salvaron a los niños trayéndolos a la orilla. Eso es lo que las mamás dijeron porque en su desesperación vieron a los pescados que parecían mujeres y que entre el oleaje ayudaron a los niños. Y por eso está el monumento de la sirena y el delfín porque es en recuerdo a esa vez que los niños se salvaron de morir ahogados aquí en la mera playa de Miramar.
Leyenda contada por Juan Calos Núñez, vendedor de artesanías
Imagen de John William Waterhouse tomada del sitio de Internet de National Geographic. Que el enlace sirva de
crédito a sus creadores.
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