La serpiente petrificada
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(Leyenda de Fresnillo, Zacatecas)
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Cuentan que hace muchos años la población de Fresnillo pudo haber sido devorada por una gigantesca serpiente que del mar venía y que a su paso arrasaba con todo. Lo anterior lo escuchamos por voz de nuestros padres. Ellos, a su vez, lo supieron de sus abuelos. Platicaban la leyenda a su manera, para que la gente supiera por qué se cernía sobre la población una amenaza de tal magnitud. He aquí una de las tantas versiones:
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La serpiente se encontraba muy cerca de Fresnillo. Los bramidos y ruidos que producía al deslizarse por la tierra eran claramente escuchados por los atemorizados habitantes. Mucha de la gente que la había visto afirmaba que surgió de una tormenta y fuerte granizada que flageló por varios días la región y afectó también al pueblo de Fresnillo. Ocurrió aquello por el mes de agosto, temporada de las lluvias. La gente sabía que aquel fenómeno era una tan temida ¡culebra! –así se le llamaba en aquellos tiempos a las trombas o tornados, éstas palabras más comunes en la actualidad, aunque en las zonas rurales se le sigue conociendo como culebra y… se le sigue temiendo.
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(De acuerdo con la sabiduría popular, para frenar la devastadora fuerza de una culebra hay que “cortarla” con un cuchillo, machete, belduque, guaparra o lo que sea –objeto filoso, pues–. La gente de antes lo hacía cada vez que aparecía una culebra.)
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Según cuenta nuestra historia, habían convocado a una mujer mayor de la comunidad para que ella hiciera el corte de aquella culebra. Mientras lo hacía, oraba constantemente sin dejar de cortar simbólicamente a la culebra con el objeto filoso, haciendo el corte imaginario en el cielo. Gracias a eso se evitaron más daños a la comunidad. Luego de que el temporal amainó, todos los vecinos creyeron que ya había pasado todo, pero... no fue así.
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Resulta que la culebra se convirtió en la feroz serpiente que desde el mar venía a tragarse cuanto encontrara a su paso y su destino era Fresnillo. Según se escuchaba decir entre los azorados habitantes, venía a devorar a todos, por su mal comportamiento –se había perdido el respeto a los mayores, los niños desobedecían a sus padres, y los adultos se trataban mal entre sí–. Varios campesinos que alcanzaron a verla en la distancia, muy alarmados llegaron hasta el pueblo minero para avisar del peligro que se cernía sobre los habitantes. Dijeron que era una sierpe enorme y ya no una culebra de lluvia.
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Tras escuchar el recuento de los labriegos, toda la gente buscó protección en los templos. Algunos querían huir a otras partes, pero tenían miedo de ser devorados por la sierpe. Sin embargo, fue un sacerdote quien tuvo el valor de enfrentar a la sierpe. Contaban que al verlo, el monstruo producía estridentes ruidos y se movía de tal manera que hasta la tierra temblaba. Sintiéndose protegido por su fe, el sacerdote rezaba sin cesar, pidiendo que este feroz animal se fuera de este lugar y no causara más daño. Cuentan que el conjuro dio resultado y la sierpe quedó petrificada en el rumbo conocido como la sierra de Valdecañas. (Leyenda tomada del blog de Homero Adame.)
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Después de este suceso, los habitantes cambiaron su manera de ser, se portaron mejor que siempre, fueron más solidarios, pero el acontecimiento jamás se olvida. Y ahí está la sierpe convertida en montes serranos.
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Pero aquí no termina la leyenda… Cuentan que hace varios años –en 1993, para ser precisos– la sierpe trató de despertar. Movió su cuerpo ligeramente que hasta la tierra tembló.
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La sierpe sigue ahí y se puede ver donde quedó petrificada en la sierra de Valdecañas. Desde cualquier parte de Fresnillo se puede ver. Su cuerpo y su cabeza son enormes. Está dormida, sí, pero en cualquier momento puede despertar. (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame.)).
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Esta versión de la leyenda fue enviada por Lucila Torres Ortiz, originaria de Concepción del Oro, Zac, pero radicada en Monterrey, N.L. desde hace varios años. Nos dice que la recreó del libro Cuentos y leyendas de Fresnillo, una antología de leyendas recopiladas por Carlos López Gámez y publicada por el Centro de Investigaciones de Fresnillo, A.C., en coedición con el Patronato de la Feria de Fresnillo 2005.
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Puedes leer otras leyendas de serpientes en estos dos enlaces:
2 comentarios:
Muy entretenida la leyenda, soy de fresnillo y cuando era niño me la contaron mis padres. Saludos
Fernando aguirre.si a mi me toko sentir los temblores cuando quiso despertar.en 1993 .muchas de las casas sus paredes se cuartiaron.
Pero toda la gente penso y le echo la culpa a las explociones de la mina .saludos desde la col.esparza
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