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jueves, 11 de agosto de 2011

La fiesta de la Virgen de la Asunción, en Guanamé. Tradiciones potosinas

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LA FIESTA DE LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN

En Guanamé, municipio de Venado, S.L.P.

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Es el 15 de agosto, una de las fechas importantes dentro del calendario de festividades cristianas en México, pues hoy se celebra a la Virgen de la Asunción. Para seguir con nuestro propósito de presenciar las fiestas potosinas, en esta ocasión nos dirigimos hacia el centro-noroeste del estado, a la antigua hacienda de Guanamé, en el municipio de Venado. Es temprano todavía y en el trayecto nos encontramos la primera sorpresa: vemos una peregrinación creciente formada por varias comunidades que se dirige a Ahualulco para honrar a la Virgen. Allá también están de plácemes.

Una vez en Venado tomamos la desviación que nos llevará a la ex-hacienda sobre una carretera de 17 km en buenas condiciones. Pocos kilómetros adelante nos topamos con otra sorpresa similar: primero desde El Cerrito y luego de Buenavista han salido dos procesiones con músicos, matachines, cohetones y carros alegóricos que a paso lento se dirigen hacia Guanamé. Seguimos manejando y advertimos que más adelante hay otro grupo de dos comunidades que esperan a aquellos peregrinos para unírseles y en conjunto formar una sola procesión. Sobre la carretera ellos han colocado un arco de hojas de palma con flores y al pie una imagen de la Virgen. A pesar de la distancia, todos saben que habrán de llegar para la solemne misa a la una de la tarde.

Continuamos nuestro trayecto entre un paraje semi-árido con lomeríos bajos hacia los horizontes. Por fin llegamos a nuestro destino donde el ambiente festivo se respira por doquier. Guanamé, población cotidianamente tranquila, en estas fechas ve alteradas sus rutinas. Hay feria, juegos mecánicos y vendimias cerca de la iglesia. La mayoría de los hogares están de plácemes también ya que para la ocasión han venido muchos familiares que por diversas razones se han visto obligados a emigrar a otras partes, como la capital del estado, Monterrey o los Estados Unidos. Los viejos amigos y conocidos se han vuelto a encontrar.

En la iglesia primitiva, que por ahora luce vacía, nos enteramos que esta fiesta patronal es un novenario que concluye precisamente hoy. Por varios días ha habido entradas de cera provenientes de las comunidades aledañas. El programa del día incluye las mañanitas y la recepción de “La rosa de plata”, una tradición muy arraigada en esta región del Altiplano potosino.

Como todavía falta un buen rato para que lleguen los peregrinos, nos tomamos el tiempo para recorrer e indagar algunas cosas sobre este lugar. De entrada, y como una sorpresa más, ya nos habíamos percatado que no hay una iglesia, sino dos, pero la grande –que es monumental– parece estar en desuso. Platicando con los lugareños aprendemos anécdotas e historias de su tierra y nos informan que esa iglesia grande fue levantada con el propósito de que fuera una ¡catedral! Resulta que esta hacienda era tan rica que su dueño pretendió convertirla en la capital de un estado independiente. Una de las condiciones que supuestamente le pusieron en México fue que tuviera una catedral y por eso se afanó en construirla, aunque su proyecto quedó inconcluso y el recinto jamás fue consagrado ni se utilizó para el culto. Toda de cantera, su interior es imponente tanto por sus dimensiones como por el sentimiento de vacío. La cúpula nunca fue terminada. Nos dicen que ocasionalmente se utiliza es como sala de juntas o para dar albergue a los gitanos que de vez en vez llegan a la población.

A lo lejos ya se escuchan los cohetones y la música. La peregrinación está por llegar y todo mundo se dirige al punto de encuentro, en la entrada de la población. Afuera de muchos hogares hay altares a la Virgen y la procesión se detendrá en todos y cada uno de ellos. Los altares han sido decorados con diversos motivos, como flores naturales o sintéticas, palomilla y globos, sin olvidar una imagen de la Asunción. En varios de esos hogares observamos también a chamacos que, vestidos de blanco, están felices porque hoy harán su primera comunión.

Entretanto, ya vemos a dos grupos de matachines que son como la avanzada del contingente; ambos visten atuendos de diferente color, pues pertenecen a comunidades distintas. Y finalmente hacen su arribo los peregrinos que traen consigo la “Rosa de Plata”, tradición originada en Guanamé. Resulta que hace algunos años unas familias que se fueron a vivir a Monterrey, como agradecimiento a la Virgen por haberles dado la oportunidad de una vida mejor, y para mantener el contacto con su tierra y con ella, mandaron a hacer una rosa de plata para que fuera el emblema de la fiesta. Desde entonces la rosa siempre ha estado presente en esta fecha y todo mundo la ve con admiración y le rinde tributo; incluso la colocan por unos instantes en el altar afuera de cada casa. Artículo encontrado en un blog de Homero Adame.

El ambiente festivo va in crescendo, la música y las danzas no se toman respiro alguno. Cada vez es más numerosa la procesión porque los lugareños se han agregado al desfile. Poco a poco se va aproximando a la pequeña iglesia. El párroco de Venado y sus coadyuvantes ya la esperan en el atrio de la iglesia primitiva. El estruendo de los cohetes se torna más frecuente y el incienso ya se eleva por los aires. En el angosto templo, de una sola nave, ya no cabe nadie más, pero la gente se las ingeniará para estar adentro y escuchar la solemne misa. Muchos niños están ansiosos de hacer su primera comunión. Por más de una hora las calles se ven vacías y el único ruido proviene de los altavoces afuera de la iglesia. Artículo de Homero Adame.

Más tarde, cuando el calor arrecia, los lugareños se van a sus casas para comer y descansar, ya que en un par de horas iniciará otra fase de la celebración. Como a las cuatro llega el momento culminante de la fiesta, pues se organiza un desfile general, llevando a la Virgen a recorrer todas las calles del pueblo y, junto con “la rosa de plata”, hará una breve visita en aquellos hogares donde hay altares. Esta procesión dura hasta que cae el sol, cuando la música del baile popular comienza a sonar. De ahí hasta el amanecer el ambiente festivo toma otras características, pero los participantes lo disfrutan al máximo, pues saben que será hasta dentro de un año cuando el pueblo vuelva a vibrar y vuelva a tener tantos visitantes..

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Una leyenda del nombre de Guanamé       


Parece que esta hacienda la construyeron en 1624 y se llamaba Hacienda de los Gálvez, pero luego le cambiaron el nombre por Guanamé. Entiendo que
Guanamé es una palabra huachichil que significa «agua buena». Hasta hubo un sacerdote allá en Venado, que nosotros conocimos, que se llamaba Juan Escanamé. Era un hombre grande, muy fornido, que venía del origen de los huachichiles porque el apellido Escanamé algo traía del origen huachichil. Pero hay un chiste que aquí todos sabemos que habla de una mula. Dice que en el tiempo de las haciendas venían los arrieros en las conductas con un atajo de unas veinte mulas con monedas de plata y de oro acuñadas en la Casa de Moneda de Real de Catorce. Entonces unos arrieros que pasaron por aquí traían una mula que le decían «la Guana» y sucedió que esa mula se quedó retrasada porque estaba orinando. Entonces un arriero se impacientó y le pegó un pajuelazo a la mula y otro arriero le dijo: “Deja que la Guana mee”.

Luego decían que cada vez que las conductas pasaban por aquí, los arrieros decían: “Deja que la Guana mee, deja que la Guana mee” y desde entonces a esta tierra, y a la hacienda, se le quedó el nombre de la “Guana mee”, o sea, Guanamé.

Esta leyenda fue publicada en el libro Haciendas del Altiplano. Tomo I. Grandes latifundios virreinales que se puede conseguir en la tienda de Amazon:

Haciendas del Altiplano, tomo I

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