MILAGROS DE SAN ANTONIO DE PADUA
Leyenda de Zaragoza, SLP
Aquí
en el pueblo hay tres iglesias, la de San Antonio, la de la Virgen de Guadalupe
y la parroquia que está dedicada a San José. Los tres son muy milagrosos, pero
más, San Antonio. Cuentan que él es desde la época de los hacendados, que los
antiguos hacendados trajeron la imagen original y que la que ahora tenemos es
otra porque la antigua creo que se la llevaron a otra parte –dice doña Toñita.
Yo
me acuerdo que nuestras gentes de más antes platicaban de los milagros que obró
San Antonio a favor de la gente. Ya ve que cada quien le pide algo y a cada
quien le cumple, pero también hizo milagros para el pueblo porque en aquellos
tiempos de antes la gente le tenía mucha fe. Platicaban de un milagro de un
tiempo muy pero muy atrás cuando hubo que una epidemia y mucha gente se
enfermó. En otras haciendas la gente se estaba muriendo y aquí casi no hubo
muertitos porque los hacendados de ese entonces sacaron la imagen y juntaron a
toda la gente para hacer procesión de casa en casa donde hubiera un enfermo. Y
así, con la fe de la gente y con el poder milagroso de San Antonio, los
enfermos se curaron y mire que en ese entonces no había tanta medicina ni
clínicas y tampoco había médicos aquí.
Otros
milagros fueron cuando las guerras de la Revolución y también la Cristera. Cuentan
que los revolucionarios llegaban a las haciendas, robaban lo que podían,
abusaban de las muchachas y mataban a los hombres, pero aquí hubo muy poco de
eso porque la gente se encomendó a San Antonio y él, con su poder milagroso,
hizo que los revoltosos se fueran a otra parte. (Leyenda de Homero Adame.)
Pero
esto que le cuento son pláticas de más antes y ahora muy poquita gente habla de
esto porque ya no tiene fe, ya no cree en los grandes milagros de los santos
como nuestro San Antonio, ya no lo procuran. Y yo digo que ahora, con tanta
gente mala, con tantos robos, con tanta violencia, con tantos muchachos que se
dan a los vicios o al dinero fácil pero mal habido de las drogas, digo que es
cuando deberíamos volver a encomendarnos a San Antonio porque su poder es
grande y él desde siempre ha protegido a la gente de La Sauceda y de Villa de
Zaragoza.
Reseña histórica de la hacienda La
Sauceda
El
origen de esta hacienda es minero y se remonta a finales del siglo XVI, cuando
el propietario de estas tierras era Gabriel Ortiz de Fuenmayor. Hacia 1610 pasó
a formar parte del latifundio de Pedro Arizmendi Gogorrón. Éste la heredó a su
hijo Antonio, quien no supo administrarla.
No
se sabe con exactitud cuándo cambió su nombre por San Antonio de la Sauceda,
pero hacia finales del siglo XVIII ya se le conocía así, cuando su dueño era
José Pablo de la Serna y el giro económico de la hacienda había dejado de ser
minero para convertirse en ganadero y agrícola. Sus herederos tuvieron que
rematar la hacienda a favor del ayuntamiento de San Luis Potosí, en 1841. Posteriormente
tuvo otros dueños. Hacía finales del siglo XIX un nuevo giro económico era el
de producción de mezcal, existiendo aquí una de las fábricas más grandes e
importantes en el estado de San Luis Potosí. El último propietario fue Luis
Dávila, quien hacia 1950 cerró la fábrica de mezcal, cuyas instalaciones se
encuentran en el abandono, al igual que el casco y la casa grande.
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