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SOBRE LA APORTACIÓN MEXICANA AL HALLOWEEN
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Ensayo de Homero Adame
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Cada año cobran mayor fuerza las críticas en torno a la
influencia del Halloween en México y la intrusión o fusión de sus elementos en
la “mexicanísima” tradición de Día de Muertos. Pero ¿alguien se ha puesto a
pensar qué le ha aportado nuestro Día de Muertos al Halloween? Seguramente
muchos lo han hecho y han escrito al respecto; si sus ensayos o trabajos
llegaran a todo público sería muy ilustrativo para que se tenga una mejor
información y otra visión de estas tradiciones.
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Hallowe’en
Incluso en Europa y en los Estados Unidos, ésta sea quizá la
tradición peor entendida o mal interpretada. La idea generalizada es que se
trata de una celebración pagana pre-cristiana para recordar a los muertos, pero
no es correcto históricamente. (Ensayo de Homero Adame.)
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El festival del 1° de noviembre en Irlanda, llamado Samhain, proviene de la época medieval
cuando las tribus y clanes irlandeses se reunían para una celebración con la
idea de que en esa fecha los mundos físico y sobrenatural se encontraban y, por
ende, ocurrían cosas mágicas. (Cabe mencionar que tanto en Gales como en
Escocia hay precedentes de este tipo de reuniones y no ocurrían el 1° de
noviembre.)
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En el contexto de la Iglesia católica, el 1° de noviembre era y
sigue siendo una fecha importante por estar dedicada a Todos los Santos,
mientras que el día 2 a Todas las Almas. Los orígenes cristianos de estos
festivales datan de entre los años 800 y 1000 dC, aunque posteriormente se les
agregó la noche del 31 de octubre. El elemento principal era que en esas fechas
se podía pedir por las almas para que salieran del purgatorio y entraran al
reino de los cielos. Si nos basamos en esto, la conexión entre los muertos y los
dos primeros días de noviembre pertenece a una tradición cristiana, aunque en
años posteriores los reformistas protestantes abolieron tales cultos en sus
iglesias, sin que se hayan exterminado en los lugares con fuerte influencia
católica.
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Los datos más antiguos recabados en torno al Halloween mencionan
que era una fecha para la adivinación, aunque los asuntos adivinatorios tenían
también otras fechas a lo largo del año. Los elementos en la indumentaria
típica del Halloween (capas, sombreros picudos, etc.) son el recuerdo de la adivinación
a través de las brujas.
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Los migrantes irlandeses y escoceses a los Estados Unidos
llevaron consigo la tradición del Halloween y posteriormente se le fueron
añadiendo otros elementos “americanos”, como los zombis o muertos vivientes.
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Aportaciones mexicanas al Halloween
La fiesta de Todos los Santos el 1° de noviembre, dedicada a los
infantes fallecidos, tiene su origen en aquellos festivales cristianos que
datan de entre los años 800 y 1000 dC, al igual que la de los Fieles Difuntos
el día 2. Sin embargo, en el México prehispánico ya se celebraban fiestas
similares en otras fechas que, con la conquista y catequización, se fusionaron
para quedarse como fecha importante del calendario ritual los dos primeros días
de noviembre. (Ensayo de Homero Adame.)
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Sin embargo, hay que reconocer que México también ha hecho
grandes aportaciones al Halloween, por ejemplo: las calaveritas; las tumbas o
lápidas y los féretros, para decoración, al igual que el papel picado con
colores blanco y morado, y los disfraces de esqueletos. Y en los Estados Unidos
o Europa nadie critica la influencia del Día de Muertos mexicano en el
Halloween, ¿o sí?
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