LA NIÑA QUE
JUGABA CON LA OUIJA
(Sucedido en
Linares, N.L.)
Si mal no
recuerdo, esto pasó en 1987. Fue de tal magnitud ese suceso que causó un
alboroto tremendo en todo el pueblo. Por fin ya tenían algo de qué hablar, ¿no?
Así pasa en los pueblos chicos, siempre buscando algo nuevo para que sea la
comidilla de la semana y luego, cuando ya es un tema aburrido, encuentran algo
más –explica el Ing. Juan Isaac Estrada Medina.
Esto fue real y a
mí me tocó estar presente. Fue algo así como una posesión diabólica y tuvo que
hacerse un exorcismo. Según cuentan, todo empezó porque esta niña tenía muchos
problemas en su casa. Tal vez sus padres, como ellos trabajaban, no le daban la
atención que necesitaba. Andaba un poco mal en la escuela y hasta dejó de
juntarse con sus amiguitas. Y parece que –digamos en su soledad– empezó a jugar
a la ouija. (Relato encontrado en un blog de Homero Adame.)
No recuerdo con
quién jugaba, tal vez con alguno de sus hermanitos o con alguien, pues la ouija
no se puede jugar sola, ¿verdad?
Pero bueno, el
caso es que jugó tanto con ese juego que algo empezó a posesionarse de ella.
Día con día sus problemas iban peor, al grado de que los papás pensaron en
buscar un psicoanalista o a alguien que la pudiera ayudar y orientar.
Lo grueso se puso
una noche que los papás habían salido y ella se puso a jugar como de costumbre.
Dicen que se empezaron a oír un montón de ruidos y que la niña ésta empezó a
gritar y a gritar. El profe [Gualberto], que vivía enseguida, escuchó el
borlote y fue a ver qué pasaba. Dice que las cosas estaban gruesas, pero en
serio. Que se movían cosas, que se oían ruidos, etc. ¿Te acuerdas de la
película El Exorcista? […] Ándale, algo parecido. (Relato publicado en un libro de Homero Adame.)
Y bueno, en un
pueblo como éste la voz se corrió luego luego. Al poco rato ya todos sabíamos y
fuimos a buscar al señor Obispo, pero creo que había salido de la ciudad.
Entonces nos trajimos a un padrecito que sí estaba. Se trajo los óleos, el
incienso y otras cosas. Y al llegar la niña estaba incontrolable.
El padre se la
pasó un buen rato rezando el rosario, echando el agua bendita, los óleos y
quemando el incienso adentro de la casa, mientras la niña ésta seguía gritando
y comportándose bien raro. Al final de cuentas se calmó y todo volvió a la
normalidad.
Imagínate qué
impacto tuvo esto en la población que la familia hasta se tuvo que mudar –creo
que a… Monterrey–. Y deja eso, la casa se quedó vacía por un buen tiempo. Ni
quien la quisiera rentar. Pero luego se vino la bonanza y la falta de casas,
alguien la rentó primero, y después alguien más. Pero esos inquilinos
posteriores nunca han dicho que se escuchen cosas raras o cosas por el estilo.
Lo que pasó aquella vez fue simplemente que jugar con la ouija no deja nada
bueno.
Existe la
creencia que la ouija es un medio para comunicarse con los espíritus o con el diablo
mismo. Los orígenes del tablero se remontan a la antigua Mesopotamia y se cree
que servía para juego, sin embargo, tomó otro giro durante el Renacimiento con
las prácticas alquimistas y cabalistas, para convertirse en un sistema de
comunicación con los espíritus de ultratumba.
Cabe hacer
mención que un evento fuera de lo común que sucede en un pueblo donde todo se
sabe, es factor para originar cualquier tipo de plática o interpretación. Con
el paso del tiempo cada persona cuenta su propia versión, agregándole un poco
de su cosecha para hacerla más interesante. Este fenómeno puede hacer que la
esencia de la anécdota caiga en el terreno de la leyenda, como ocurrió en la
ciudad de Linares, NL.
Este relato fue
publicado originalmente en Mitos, cuentos
y leyendas regionales, tradición oral de Nuevo León, por Ediciones
Castillo, 1998. Posteriormente se publicó en Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León, por Editorial Font, 2005. En 2022, Homero Adame lo volvió a publicar en Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León. Regiones Citrícola y Sur, libro cuyos antecedentes son Leyendas, relatos, costumbres y tradiciones de Nuevo León (Ed. Font. 2005), Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León (Ed. Font. 2005) el cual fue, a su vez, una edición corregida, aumentada y mejorada de Mitos, cuentos y leyendas regionales – tradición oral de Nuevo León, originalmente publicada por Ediciones Castillo en 1998.
Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León. Regiones Citrícola y Sur (Guadalajara. 2022) contiene exclusivamente relatos de doce municipios neoleoneses, seis de ellos ubicados en la Región Citrícola y, otros seis, en la Región Sur. Está compuesto por tres capítulos: 1. Mitos, 2. Cuentos y 3. Leyendas; este último subdivido por épocas y temas: a) Leyendas con contenido prehispánico, b) Leyendas coloniales de santos y vírgenes, c) Leyendas de aparecidos y fantasmas, d) Leyendas de brujas y curanderos, e) Leyendas de cementerios y f) Leyendas de tesoros. Más aún: en este tratado el autor presenta cada relato recreando el habla de zonas rurales y serranas de Nuevo León, donde se usa un lenguaje sencillo, pero con vocablos y locuciones poco comunes o desconocidas en otras regiones del país o en las urbes.
Cabe destacar que más allá del relato, Homero Adame analiza el contenido de cada leyenda y encuentra simbolismos, hierofanías, elementos teogónicos del pensamiento desde el tiempo mítico y, de tal modo, sitúa a estas regiones neoleonesas en el contexto de la mitología universal.
La aclamada obra Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León. Regiones Citrícola y Sur, está disponible en librerías y también en Amazon, tanto en formato digital (Kindle) como en formato impreso o formato papel.
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