EL CARRETÓN DE LA MUERTE
Leyenda de Matehuala, SLP
Todavía
cuentan aquí en Matehuala de una carreta fantasma que pasaba por la
calle de Reyes a eso de las tres de la tarde y seguía su camino hasta
desaparecer en el panteón Hidalgo. La carreta iba dirigida por un hombre
con un látigo y la gente escuchaba los latigazos. Como
esa calle antiguamente era de piedra bola y no de pavimento, y la
carreta iba jalada por caballos, entonces dicen que los cascos de éstos
al pisar aventaban chispas.
A esa
carreta le decían «el carretón de la Muerte» porque cuando pasaba, o más
bien como que la veían o nada más la escuchaban pasar, se decía que
alguien iba a morir aquí en Matehuala y, a decir de muchos, este
presagio nunca fallaba porque a los pocos días alguien se moría y lo
llevaban a enterrar al mismo panteón Hidalgo.
Hay una
historia parecida, aunque algunas personas no creen que sea la misma del
carretón de la Muerte. Esa historia narra de una señorita que tenía un
novio, pero su familia se oponía a esa relación y ya la tenían
comprometida para casarse con un hombre a quien ella no quería. Ante su
agobio ella decidió fugarse con su novio y éste aceptó gustoso.
Para esto,
la mamá de ella había sido una mujer muy dura, aunque para ese entonces
ya había muerto. Entonces la pareja se subió a la carreta
para escaparse y vieron que estaba sentada con ellos una mujer. La
señorita se sentó en la parte de los pasajeros donde estaba esa mujer y
el muchacho se sentó con el cochero. En ese momento el cochero le
preguntó al muchacho: “¿A dónde vamos?”. Y el muchacho le dijo:
“Síguele, yo te voy diciendo adónde.” Sin embargo, la mujer que iba
sentada a un lado de la señorita fue la que le indicó al cochero que se
dirigieran primero hacia el panteón.
Cuando
llegaron al panteón Hidalgo la mujer se esfumó de la carreta y para
cuando la señorita se percató de esto, aquélla ya estaba en el umbral
del cementerio. Entonces la señorita oyó una voz de ultratumba que le
dijo: “Tú no te vas a casar nunca.” Del susto el muchacho corrió y nunca
lo volvieron a ver, y la muchacha nunca se casó.
Entonces se
cree que la mujer que los llevó al panteón y que fue la misma que le
dijo la señorita que nunca se iba casar, era la difunta madre de la
señorita.
Esta leyenda, narrada por doña Carmela Alcocer, fue publicada en la plaquette Leyendas del Festival del Desierto,
en la colección “Cantera la Voz”, como parte del Programa de Fomento a
la Lectura durante la Feria del Libro de Matehuala, 2005.
Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado. San Luis Potosí. 2005.
Recopilación: Homero Adame
Edición: Mtra. Déborah Chenillo Alazraki.
Diseño: Beatriz Gaytán Reyes.