LOS
FANTASMAS DEL JARDÍN BORDA
(Leyenda
de Cuernavaca, Morelos)
Una
de las leyendas más conocidas en Cuernavaca cuenta que en las noches de luna
clara aparecen dos fantasmas, dos fantasmas a los cuales se les ve caminar por
ciertas áreas de la Casa Borda, mejor conocido como Jardín Borda y,
antiguamente, El Olindo. Algunas personas creen que son los fantasmas del
emperador Maximiliano y su esposa Carlota, quienes pasaban temporadas de
descanso en dicha mansión. Sin embargo, nadie puede precisar si ambas
apariciones sean las de aquellos monarcas puesto que, a decir de muchos, el
inmueble es una propiedad muy antigua y, a lo largo de su historia, estuvo
habitada por diversas familias de abolengo. (Leyenda de Cuernavaca publicada por Editorial Trillas.)
Se dice que uno de tales espectros se
asemeja a una mujer que camina con garbo por los jardines. Supuestamente, es el
fantasma de Carlota porque, a pesar de que no han podido verle el rostro, el
vestido blanco de crinolina es muy hermoso, como los que la emperatriz usaba,
según se puede apreciar en algunos óleos. De acuerdo con ciertos testimonios,
dicha aparición camina sola por los jardines, cruza por los arcos, sigue su
trayecto y en una de las fuentes se detiene para atisbar el horizonte. Después
de un rato, reanuda el paso hasta desvanecerse detrás de otros arcos. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)
La otra visión corresponde a un hombre de
luenga barba, vestido de negro o gris, muy elegante, y dicen que aparece en el
mirador conocido como «El chocolatero», donde la pareja real solía tomar el
chocolate por las tardes en compañía de amigos o de visitantes oficiales. La
creencia popular asume que es el fantasma de Maximiliano pues, hace muchos años,
en Cuernavaca se rumoraba que el emperador salía en las noches por una pequeña
puerta secreta que conectaba con ese mirador, para encontrarse con una joven
lugareña, con quien mantenía un idilio extramarital. Su nombre era Concepción
Sedano (o Margarita Leguizamo
Sedano, según otras versiones), hija del jardinero de la residencia. Se dice
que ella y Maximiliano tuvieron un hijo, quien llevó por nombre Julián Sedano.
Quienes no están muy convencidos de que tales
apariciones sean de los emperadores creen que más bien son de personas que
murieron allí. Esto lo dicen porque se supone que las ánimas en pena, o sea los
fantasmas, aparecen en el lugar donde fallecieron, y, como es sabido por la
historia oficial, a Maximiliano I de México fue fusilado en Querétaro, en 1867,
mientras que Carlota falleció de vejez en Bélgica muchos años después, en 1927.
Además, seguramente en un lugar tan antiguo como lo es la Casa Borda, las
muertes que en diversas épocas ahí ocurrieron bien pudieron ser por causa
natural, accidente, crimen o suicidio, y como algunas de esas ánimas no han
encontrado descanso aún, aparecen en los pasillos, en los jardines y en los
miradores de la propiedad.
Desde que el inmueble fue transformado en
museo, es imposible deambular por los jardines en la noche. Es por ello que no se
conocen testimonios recientes de alguien que afirme haber visto a ambos
fantasmas.
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La
historia del Jardín Borda cuenta que desde
su creación en el siglo XVIII ha
tenido varias funciones. Originalmente sirvió como casa de retiro para su
constructor, un minero de Taxco; luego fue jardín botánico (donde, por cierto,
se plantaron los primeros árboles de mango en México); posteriormente se
utilizó como posta de diligencias, hasta alcanzar su máximo glamur
cuando el emperador Maximiliano y Carlota su esposa lo tomaron como
residencia de descanso. Años más tarde sufrió una decadencia al convertirse en
oficina pública y, posteriormente, en centro nocturno. Hoy en día es centro
cultural y museo perteneciente al
Instituto de Cultura de Morelos.
Notas:
1. Esta leyenda sobre Maximiliano y Carlota, recreada por Homero Adame en su libro Mitos y leyendas de todo México, fue publicada por la Editorial Trillas en 2010. El libro, que contiene 64 leyendas mexicanas
(dos por cada estado de la república) se puede conseguir a través de la Tienda
en línea siguiendo este enlace: Trillas: “Mitos y leyendas de todo México” .
2. La imagen del Jardín Borda fue tomada del sitio de Internet flickr.
Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a Efrén Saines, su autor.